Fue modelo de los gobernantes del Renacimiento por su ambición desmedida y su cruel realismo al ejercer el poder.
ANTONIO MUÑIZ / MADRID
Día 20/08/2015 – 02.05h
Pintura que representa a César Borgia / ABC
Hijo ilegítimo de un Papa y de una patricia romana, César Borgia creció rodeado por la ambición de su padre. El cardenal Rodrigo Borja (posteriormente, el Papa Alejandro VI), de origen valenciano, fue el mejor maestro en el «arte de la política» que pudo tener el joven César, que italianizó su apellido. El cardenal Borja alcanzó el papado jugando la baza del nepotismo y la corrupción y aprovechando sus relaciones familiares con Calixto III, de quien era sobrino. Lecciones que aprendería muy bien su hijo César que tomaría buena nota de las ventajas de la manipulación y la intriga, de la importancia de las alianzas y las conspiraciones.
Manual para príncipes
César construye un sólido ejército de mercenarios suizos que utilizará durante todo el periodo de las guerras entre los estados italianos. Uno de sus ingenieros militares fue Leonardo Da Vinci. Además establece, junto a su padre el Papa Alejandro VI, una alianza con Luis XII de Francia. El rey francés pretendía controlar la península italiana y hacerse con el control de Nápoles. César Borgía pretendía quedarse con el Ducado de Milán. Los intereses del Papado y de la monarquía francesa confluían.
César va acrecentando su poder y expande su dominio por la toscana y la romaña. Caen las Repúblicas de Pisa, Siena y Florencia, el objetivo es unificar toda la Italia central bajo el mando de la familia Borgia. El 25 de junio de 1501, Alejandro VI emite una bula que autoriza a los soberanos de Francia y España a repartirse el reino de Nápoles. César se une al ejército francés que acampado cerca de Roma inicia su marcha al sur el día 27. En una breve campaña de la más prolongada guerra por el reino de Nápoles los franceses ocupan la parte que les corresponde según el tratado firmado. Pero ni los franceses ni César tienen en cuenta a otro príncipe que Maquiavelo tomaría como modelo de prudencia y maestro de estrategas políticos: Fernando de Aragón. Los Reyes Católicos le ofrecen tropas al reino de Nápoles para recobrar para Imola, Forli y Cesena que «el Duque de Valentines tiene usurpado». Las tropas españolas al mando de Gonzalo Fernández de Córdoba comienzan a recuperar el control del sur de Italia y derrotan a los franceses.
La vida política de César Borgia la describió como nadie Maquiavelo: «El príncipe nuevo que creía necesario defenderse de enemigos, conquistar amigos, vencer por la fuerza o por el fraude, hacerse amar o temer de los habitantes, respetar y obedecer por los soldados, matar a los que puedan perjudicarlo, reemplazar con nuevas las leyes antiguas, ser severo y amable, magnánimo y liberal, disolver las milicias infieles, crear nuevas, conservar la amistad de reyes y príncipes de modo que lo favorezcan de buen grado o lo ataquen con recelos; el que juzgue indispensable hacer todo esto, digo, no puede hallar ejemplos más recientes que los actos del duque»
Tomado de: ABC