El ministro de Antigüedades Mahmud al Damati apunta que aumentan las posibilidades de encontrar la tumba de Nefertiti • FOTOGALERÍA: Interior de la tumba de Tutankamón • ANÁLISIS | ‘Más cerca de la gran sorpresa, o no‘, por JACINTO ANTÓN
RICARD GONZÁLEZ | Túnez
30 NOV 2015 – 08:57 CET
Interior de la tumba del rey Tutankamón en Luxor. / MOHAMED ABD EL GHANY (REUTERS)
La Egiptología parece estar a punto de sumar un eslabón de oro a su cadena de fascinantes descubrimientos. Al ministro egipcio de Antigüedades, Mahmud al-Damaty, le gusta definirlo como “el descubrimiento del siglo”. Y esta vez, no exagera. Los estudios realizados los últimos días con un “sofisticado radar” apuntan “con un 90% de seguridad” a la existencia de una cámara secreta adyacente a la tumba del faraón Tutankamón, tal como había sugerido este verano el célebre arqueólogo británico Nicholas Reeves. De confirmarse, sería la más importante revelación arqueológica proveniente de Egipto desde que Howard Carter maravillara al mundo al encontrar la tumba de Tutankamón, el faraón niño.
“Los resultados de un examen con radar detrás de la pared norte [de la cámara funeraria de Tutankamón] son muy claros …parecen indicar que hay una distinción clara entre la roca dura y otra cosa”, ha declarado Reeves desde Luxor. “ Si tengo razón y hay una continuidad [a través de un pasillo] de la tumba, ello nos llevará a otra cámara funeraria. Yo creo que es la de Nefertiti, y todas las pruebas apuntan en esas dirección”, insistió el egiptólogo británico, que el pasado mes de agosto expuso su revolucionaria teoría al concluir que, por sus modestas dimensiones y anómala construcción, el monumento funerario de Tutankamón debería ser el anejo de otra tumba de mayores dimensiones, probablemente, correspondiente a una reina.
De ser cierta su intuición, la tumba secreta podría albergar un tesoro aún más maravilloso que el que acompañó a Tutankamón en su muerte hace unos 3.300 años. El ajuar del faraón niño, recopilado en un antecámara, la cámara del tesoro, la cámara funeraria y el anexo, sumaba más de 5.000 preciosos objetos. Buena parte de ellos se pueden presenciar en el Museo Egipcio de El Cairo. A diferencia de los monumentos funerarios de otros faraones descubiertos por los arqueólogos, el de Tutankamón permaneció durante siglos al resguardo de bandidos y cazatesoros.
Los resultados del escaneado llevado a cabo por el experto japonés Hirokatsy Watanabe confirma la existencia de puertas tapiadas que las pinturas habrían tratado de ocultar, tal como había sugerido Reeves. A principios de noviembre ya se realizó una prueba temográfica a partir de rayos infrarrojos que disparó las esperanzas de los investigadores. El análisis detectó la existencia de puntos fríos y corrientes de aire que indicaban la existencia de una cámara secreta. Sin embargo, en la rueda de prensa, el ministro al-Damaty mostró un punto de cautela al recordar que, de momento, solo disponen de “resultados preliminares”. Se abre una tensa espera.
Tomado de: El Pais.com