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14 abril 2015 – 00:10
Su técnica no es la más común, pero él tampoco es un artista al uso. John Bramblitt comenzó a pintar después de quedarse ciego en 2001, como si de una terapia se tratara. «En lugar de usar los ojos para ver lo que estoy haciendo, uso mis manos», asegura Bramblitt, quien mientras trabaja utiliza una mano para sentir los colores y la otra para pintar, según PasoViral.
Después de quedarse ciego Bramblitt se casó con su mujer, Jackie, con quien tuvo un hijo al que ya se ha atrevido a pintar a través del tacto. El artista de Texas es capaz de, según sus propias palabras, diferenciar los colores con el tacto, pues el blanco es consistente como la pasta dental, el siena es grumoso como la jalea, y el negro es líquido como el aceite. Sus obras se han vendido en más de veinte países y ha aparecido internacionalmente en prensa, radio y televisión.
Tomado de: El Correo.com
Que maravillosa la historia de este gran pintor, siempre detrás de la tormenta viene la calma, Dios y la Virgen lo ayude siempre…
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Maravillosas pinturas.
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