Conocido por pintar con aerosol animales vivos y «colar» sus obras en las exposiciones de las galerías prestigiosas, Banksy cada día se hace más fuerte.
Pero muy poco se conoce realmente de este «artista guerrillero».
Los esténcils de Banksy transmiten, casi siempre, una denuncia o ácida percepción del «establishment».
Los mensajes políticamente subversivos que transmite a través de sus esténcils y esculturas pueden encontrarse en las calles, los muros y edificios de todo el mundo, desde Londres a Nueva York.
El año pasado dejó una réplica a escala humana de un preso de la cárcel de EE.UU. en Guantánamo, Cuba, en medio del parque temático de Disney en California.
En 2005 pintó satíricas imágenes de paraísos en el muro que separa a Israel de los territorios palestinos.
Consagrado sin querer
De pronto se ha convertido en uno de los grandes nombres del arte, con Angelina Jolie y Christina Aguilera entre aquellos que han derrochado en sus cuadros.
El miércoles, un lienzo donde se ve a pensionistas jugando a las bochas con bombas rompió la barrera de los US$ 200.000.
Es un nuevo récord en la subasta de sus obras, y lo consagra como miembro de la élite artística.
Pero Banksy sigue poniendo empeño en escapar del «establishment» que tan salvajemente critica.
Luego del remate, su página web fue actualizada: ahora luce un boceto donde se lee «no puedo creer que hayan sido tan imbéciles como para comprar esa mierda».
Mientras el público ha aprendido a amar -o alabar- sus puestas en escena, Banksy pudo esculpir su carrera en base a permanecer en el anonimato.
Su edad, nombre verdadero y paradero actual son un misterio.
Ni su madre
Pero con toda la publicidad que recibe, tiene que haber alguien ahí fuera que lo conozca.
El año pasado, el controvertido artista volvió a su barrio, Bristol y dejó su huella en un complejo de viviendas del Estado.
Los lugareños votaron y resolvieron conservar el grafiti, que representa a un amante desnudo que cuelga de una ventana.
La prensa local cubrió la historia y dio lujo de detalles, pero ¿consiguió hablar con el hombre?
«No, nunca lo conocí. No tenemos ningún contacto con él», dijo la periodista Liz Beacon, de un programa local de la BBC, Points West.
«Es un verdadero enigma, y eso es lo que fascina de él», aseguró.
El concejal Gary Hopkins, quien lideró la campaña para conservar el mural del amante desnudo, dice: «Nunca me encontré con el tipo, y es bastante improbable que lo llegue a conocer».
No sólo sus fans desconocen el origen de Banksy; los expertos en arte tampoco tienen idea de quién es.
Misterio conveniente
Mark Clark es el curador de la galería de arte contemporáneo Arnolfini, en Bristol. «No sé quién es, y nunca lo conocí, aunque una vez me crucé con su manager», afirma.
«Luego me pregunté si no sería él mismo, pero no estoy seguro», agrega.
Clark cree que el halo de misterio que envuelve a Banksy le ayuda mucho a su carrera.
«Probablemente era mejor que la gente no supiera quién era en sus comienzos, ya que lo que hacía era esencialmente ilegal», acota.
«Pero eso también fue una ventaja para él, porque sólo incrementó el interés en torno a su figura», dice Clark.
En efecto, la gente que trabaja para Banksy y ayuda a promover su trabajo es tan difícil de contactar como el propio artista.
El agente Steve Lazarides, que dirige su galería en Londres, está fuera del país y no hace declaraciones.
Luego de varias llamadas telefónicas, Jo Brooks, el dueño de la empresa que se encarga de las Relaciones Públicas de Bansky, JBPR, pudo contactarlo.
Pero Brooks se niega a conversar sobre la identidad de su cliente.
El hombre que lo vio
La huella de Banksy es difícil de seguir. Y justo cuando parece que nadie conoce al hombre en cuestión, un periodista freelance admite que estuvo con el elusivo artista.
Fergus Colville entrevistó a Banksy en 2002 a raíz de una exposición en un restorán en Bristol.
«Simplemente llamé a gente que pensé que podía conocerlo y arreglé una cita, pero eso fue antes de que saltara a la fama», dice Colville.
Bansky es, de hecho, originario de Yate, al norte de Bristol, asegura Colville.
«Era un tipo común, casi un metro ochenta, y bastante flaco», describe el periodista.
«He visto una foto suya más reciente, y está más rellenito», agrega.
¿Y cuál es su verdadero nombre? «No estoy seguro, pero podría ser Rob Banks», dice Colville.
También considera que el éxito de Banksy es producto de haber tocado un nervio sensible en el público.
«Ha vendido un personaje increíble. Su pseudo anonimato. Alimenta el apetito de la prensa y hasta que no se sepa quién es, no van a cejar en el intento», remata.
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Fuente: BBC Mundo