Uno de cada cinco estadounidenses conoce la ciencia y la valora, pero rechaza la veracidad del Big Bang o la teoría de la evolución • Las supersticiones ayudan a hacer frente a la incertidumbre
DANIEL MEDIAVILLA
30 ENE 2015 – 11:56 CET
La ciencia y la religión se mezclan en la lanzadera de cohetes de Baikonur (Kazajstán) / NASA / JOEL KOWSKY
Muchos sociólogos, algunos tan célebres como Karl Marx o Max Weber, asumieron que el desarrollo de las sociedades haría que, poco a poco, la ciencia y la razón sustituyesen a la religión como forma de entender el mundo. Además, se ha observado que, en buena medida, la ciencia y la religión suelen aparecer como maneras antagónicas de enfrentarse a la realidad. En parte, las cifras que muestran el descenso de la religiosidad en Europa sugieren que la primera suposición es cierta, pero la resistencia de este tipo de ideas en países como EE UU indican que la relación entre nivel de desarrollo y creencias no siempre tiene una relación directa o, al menos, no es una relación tan simple.